EL PASO EN FALSO DE LOS “ESCOGIDOS”

Artículo de opinión

EL PASO EN FALSO DE LOS “ESCOGIDOS”

En los últimos días observamos cómo los intereses de poder, logran sobrepasar los límites de los principios y valores que pregonan a todo grito y con palabras en mayúscula; en esto, los colombianos escuchamos como en una entrevista que realizará un periodista de renombre en los medios, quería conocer del porqué -se dividió en dos, la central más grande del país-, en ésta su principal representante Percy Oyola Palomá, Presidente de la CGT, expresó sus razones de porque un grupo de dirigentes, se saltó todos y cada uno de los conductos regulares, así como la norma estatutaria con el fin de romper la institucionalidad que por más de cinco décadas ha construido esta Confederación Sindical; que en la más reciente Junta Confederal (2do órgano de dirección de la CGT), se procedió a discutir y decidir por la suerte de este grupo divisionista, dejando como resultado la expulsión de 6 personas que traicionaron la institucionalidad y la apertura de otros debidos procesos disciplinarios internos de esta colectividad.

Por otro lado, de manera displicente y a través de un audio de quien representa ese frente, esos que traicionaron al movimiento de trabajadores, preponderando sus intereses particulares y el “poder” que exigen e indican que fueron, como las micro historias de la -Rosa de Guadalupe-, soplados por el aliento legatario del presidente eterno de esta organización, fallecido hace más de dos años; han expresado que la división empieza, porque el pajarito de Twitter, al estilo de Nicolas Maduro, les dijo que los destinos de la CGT debían estar en manos de estos ungidos, no del señor Oyola, quien lleva construyendo su trayectoria sindical y de defensa de derechos laborales por más de cuatro décadas, entregadas al servicio de los trabajadores; y que como “supuestamente” no convocaba, había que saltárselo, porque el legatario, los iluminó y les dijo que sin ellos, los que soplados, podría sobrevivir el sindicalismo colombiano.

Esta nota del periodista, se da en el marco de una reunión en corferias de “amigos” cercanos del legatario (Julio Roberto Gomez Esguerra), que por demás, se reúnen según se conoce a “echar línea”, para ver de qué forma este frente puede desestabilizar y romper no solo la mayor confederación sindical de colombia, sino por efecto rebote, al gobierno nacional en cabeza de Gustavo Petro; como han sido los argumentos de estos expulsados, que “no quieren política dentro del sindicalismo, porque ello es un garrafal error para los trabajadores” (palabras de una de sus comandantes).

Lo conocido por medios y redes, es que en dicha reunión fue presidida por los líderes nacionales de los gobiernos anteriores (Angelino Garzón, Ángel Custodio, Mauricio Rubiano, Miguel Ceballos) y de un candidato a la alcaldía mayor de Bogotá (Enrique Robledo), así como dentro de los invitados especiales, estaban los miembros de las expresiones divisionistas de las otras centrales obreras. Acá la reflexión, que queda es, ¿acaso no decían que no quieren a los políticos dentro de sus filas?, pero los llevan a que tiren línea, a que les recuerden que los gobiernos y carteras que han presidido no brindaron garantías laborales, a confirmar quizá, el porque no se puede brindar reales garantías laborales a los colombianos o estarían las organizaciones sindicales llamadas a desaparecer, porque en el estado de bienestar, para qué los sindicatos; discursos que los afiliados sindicalizados presentes en la reunión, han tenido durante muchos años, cuando los que lideran este frente, se los llevaban a las asambleas para conseguir los votos y los apoyos electorales en todo el territorio nacional.

Si la historia de la CGT estuviera escrita en materia de participación política, podría decirse que desde su creación, y con anuencia de sus líderes, siempre ha estado inmersa en los partidos políticos tradicionales, y posterior al 1991 a muchos movimientos y partidos que se crearon, como Fuerza Independiente, Centro Independiente, Polo Democrático, Progresistas, Alianza Social Indígena, Colombia Humana entre otros, políticos que surgen de esas casas políticas o de los que con aval se motivaban dentro del movimiento de trabajadores; por eso, cuando dicen que no se puede permitir que la CGT acompañe al gobierno nacional actual, queda en total incongruencia, no solo porque en el colectivo siempre se apoyo a Gustavo Petro en sus diferentes aspiraciones políticas, sino por coherencia que le corresponde, al hoy Presidente de la Republica quien ha abanderado una lucha por los derechos humanos, colectivos e individuales de los colombianos, que ha abierto las puertas de la participación activa del sindicalismo en la construcción de los proyectos de ley de las reformas sociales que requiere el país, de manera diferente, pues con gobiernos anteriores nos tocaba en las calles hacernos escuchar o plantear cómo deberían ser esos proyectos de ley, y que esperábamos como movimiento sindical en bienestar y garantías laborales. Extrañamente, mientras estos expulsados reniegan por la cercanía institucional de la CGT con el gobierno nacional (en lo que se considera una oportunidad de incidencia real en la generación de cambios sustanciales en el mundo laboral colombiano),  llaman a los exponentes de las políticas regresivas que por años dejaron pérdidas en conquistas laborales, qué se tenían y habían luchado; con el fin que estos áulicos los orienten y les den directrices para sacar adelante la división.

Y obvio, los expulsados si que las cumplen dichas directrices, ya que como cierre de la mencionada reunión, todos ellos, fueron a hacer mitin al frente del edificio donde funciona el Ministerio de Trabajo en Bogotá, con exigencias de renuncia de la ministra de trabajo, según ellos, debido a que dentro del proyecto de ley de reforma laboral, se prohíbe la figuro del los contratos sindicales, y que ello no le da garantías a la minoría (representada por unos cuantos ex líderes sindicales, ahora empresarios sindicales), la figura del contrato sindical se ve, como la tercerización laboral que tanto se le ha criticado a los empleadores en el país; pero que él mismo movimiento sindical adoptó conscientemente con esa minoría, para tener sus feudos y captar porcentajes altos de administración e intermediación laboral y del trabajador, que les brinda músculo económico suficiente para “hacer y deshacer”, cómo se ha podido observar, en lo que lleva este proceso de división de la CGT. En todo caso, los aproximadamente menos de 50 personas que reclamaban la renuncia inmediata de la ministra, que dijeron no se moverían de ese sitio hasta tanto sucediera la renuncia; se vio terminada 15 minutos después, no porque la ministra hubiere renunciado, sino porque ya habían dado el mensaje que los exministros y políticos les habían indicado en la reunión de Corferias.

Una reflexión final, hacia los afiliados sindicales, todos, no es posible que por el ego y ansias de poder o de mantener los beneficios que podría otorgar una dignidad sindical en el Comité Ejecutivo, unos pocos o todos, terminen induciéndolos en error, y buscando que tomen ustedes partido en favor de uno u otro; estas dirigencias deben entender que son solamente representantes de esa amplia colectividad en el país, y que estos últimos, son los que deciden los cambios, para el caso de la CGT está convocado el Congreso Nacional entre el 27 y 30 de septiembre de 2023, inmediatamente se cumple el periodo estatutario (2018-2023), al cual por primera vez, se cumple en este aspecto. Esperamos que esos trabajadores sindicalizados que participaron de la reunión mentada, decidan participar de las deliberaciones y del quehacer de la primera Confederación de Trabajadores en el Congreso Nacional, el reto es grande, llegar a sindicalizar al 95 % de la población trabajadora, y unirnos en función de la institucionalidad, no la de dividir el 4 % ya sindicalizado.

Por: Juan Pablo Caro Rodríguez.