REVISTA PANORAMA SOCIAL EDICIÓN 87

OPORTUNISMO, MANOSEO A LA DEMOCRACIA Y SINDICALISMO AMAÑADO

El 14 de Septiembre de 2023, 46 años después de ese paro contra del mandato caro de Alfonso López Michelsen, en el que el toque de queda se dijo, fue para recoger los muertos víctimas de la represión, el gobierno del cambio nos convocó a un acto especial con participación del Presidente Gustavo Petro Urrego, la Minis- tra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, la directora de la Unidad de Víctimas, Patricia Tobón, esto a los efectos de poner en alto relieve el carácter de víctima del movimiento sindical colombiano, en una remembranza que fue hasta la masa- cre de las bananeras ejecutada en 1928, en la zona bananera del departamento del Magda- lena, en la que Gabriel García Márquez, allá en su macondiana obra de “Cien años de sole- dad”; describe como el tren llevaba a Ciénaga para ser lanzados al mar cientos de cadáveres, resultado de la metralla homicida como alguna vez dijo Jorge Eliecer Gaitán, operada por el general Cortes Vargas jefe político y militar de la zona; el presidente Gustavo Petro, además recuerda como el paramilitarismo y el DAS con la complicidad de algunos empresarios en el siglo XX, hicieron su trabajo de intentar el exterminio del sindicalismo, así mismo cerran- do su intervención llamando al ministerio del trabajo a crear un equipo para organizar a los trabajadores, tarea que hasta ahora ha sido nuestra y de nadie más; ya en otro momento

hablaremos de esta situación en particular, todo para dar apertura al telón de la “Reparación Colectiva al Movimiento Sindical Colombiano”, asunto pendiente desde el 2016 y el cual fue congelado por el neoliberalismo en el gobierno anterior de Iván Duque.

Sin más preámbulos el 27 de septiembre se efectuó el “Carnaval por la vida”, con una masiva participación de nuestra militancia, ese mismo día también se dio inicio al XI Congreso Nacional de la CGT, que de no ser por el apetito burocrático de un grupo transgresor de un acuerdo unitario, hubiera sido el mejor congreso en la vida de la CGT, autofinanciado incluyente participativo, en resumen autentico, como siempre la gente se queda con la última imagen a continuación narramos lo sucedido allí:

Oportunista, esa es la palabra para describir al recién graduado divisionista de la CGT, Jaime Cortés Suárez, quien con mentiras inten- ta apoderarse de nuestra Central sindical, la cual, se ha convertido en campo de experimentación de quienes, al amparo de la impunidad que genera la ausencia de control de legalidad por las inspecciones de trabajo del Ministerio de Trabajo, se han dedicado a manosear los estatutos y la ley para burlar la democracia sindical. Por su parte y de igual manera Myriam Luz Triana Alvis y sus compañeros de viaje, irrumpieron con una auto convocatoria de comité ejecutivo que realizaron el 15 de abril pasado, cuyo propósito era evitar ser derrota- dos en reunión de la Mesa Ejecutiva del 17 de abril del 2023, donde jamás hubieran podido cambiar el comité y poner falsas mayorías anti- gubernamentales, en la forma como las fabricaron en esa reunión, precisamente para iniciar su campaña en contra del gobierno del cambio y de las reformas sociales en las que nosotros fuimos actores y protagonistas, como se ha evidenciado hasta ahora.

En la Junta Confederal de principios de junio realizada en Ibagué, misma en la que Myriam Luz y otros personajes que fungen como miembros de ese espurio ejecutivo, fueron disciplinados y en consecuencia, dejaron de pertenecer a la Confederación General del Trabajo CGT, precisamente por el atropello al estatuto y su desconocimiento a las instancias democráticas, se hizo convocatoria para que en septiembre todos concurriéramos al XI Congreso, donde curiosamente, algunos ahora han querido seguir el mal ejemplo, porque como decía Julio Roberto (Q.E.P.D.), “lo que se contagia no es la buena salud sino la enfermedad”. Ellos, también decidieron tomar atajos para tener como sea, unos cargos que no podrían conquistarlos si se hubieran sometido al escrutinio público de la votación secreta y papeleta escrita, aplicando cociente electoral a que se refiere el orden laboral colombiano y el estatuto CGT, comportamiento que llevaron a lugar, ante la imposibilidad del acuerdo político en el que pretendían imponer otros oportunistas sin representación a cargos como la secretaría general, por lo que, prefirieron huir del Congreso y a las afueras de éste, autoelegirse y, como diría Julio Roberto Gómez Esguerra (Q.E.P.D.), “confundir la velocidad con el atropello”.

No tenemos dudas de las fuertes apuestas que se vienen haciendo desde sectores políticos y patronales para demoler la verdadera CGT, hoy

movilizada en defensa de las reformas sociales y a la par, poder mantenerla sumida en malas prácticas, como la burocratización o vinculación laboral a las organizaciones para simular ser trabajadores, acometer contratos sindicales, retener representaciones en cajas de compensación familiar y otros escenarios de participación.

Las mayorías tuvimos que enfrentarnos en el Xl Congreso Nacional, a las agresiones, insultos y calumnias, de parte de quienes bajo el pretexto de la inclusión y a pesar de nuestra tolerancia y apoyo económico, pusieron una delegación de más de 150 personas en nombre de una fede- ración campesina que lleva más de 18 años sin hacer asamblea federal y sin pagar cuotas, situación que también se aplica en las supuestas organizaciones que la integran.

Es el mundo al revés lo que ocurrió; sindicalismo ficticio vs sindicalismo real, donde se pretendió la elección de personas sin vínculos laborales, sindicales o gremiales y que no aportan económicamente al sostenimiento de la Confederación, sumado a pretender excluir a los verdaderos sindicalistas con organizaciones, que siempre han sostenido la operación y funcionamiento de la CGT. Nos basamos en las enseñanzas que durante décadas en la Universidad de los Trabajadores de América Latina-UTAL, así como en el Instituto de Estudios Sociales-INES, nos enseñaron que debía ser fruto del AUTOFINANCIAMIENTO.

Finalmente, como movimiento de trabajado- res, reiteramos nuestra apuesta a mantener el compromiso con los cambios planteados en el Plan de Desarrollo y las reformas sociales, por la construcción de una Colombia en Paz con Justicia Social.

¡Ni un paso atrás! El Pueblo Vencerá, porque ¡Solo el Pueblo, Salva al Pueblo!

 

Revista Panorama Social Edicón No. 87