SINDICALISMO RESISTENTE Y SU LEGADO EN LA COMISIÓN DE LA VERDAD
SINDICALISMO RESISTENTE Y SU LEGADO EN LA COMISIÓN DE LA VERDAD
Hablar de sindicalismo y derechos humanos en Colombia, y particularmente, desde la perspectiva de la memoria y la verdad histórica, pone al centro una reflexión en torno a los sujetos, en este caso, sindicalistas y organizaciones sindicales, la cual está atravesada por la pregunta ¿Qué significa ser sindicalista en nuestro país?, para comprender que estamos hablando de trabajadores y trabajadoras, presentes en distintos sectores de la economía y territorios del país, que hacemos parte de organizaciones interesadas en el fortalecimiento de la democracia, la defensa de derechos laborales y civiles, la dignificación de los oficios, el trabajo decente, la defensa de los recursos naturales y la soberanía.
Sindicalismo resistente y su legado en la Comisión de la Verdad
Además, hemos apoyado a lo largo de la historia del país la salida negociada a los conflictos armados y la construcción de la paz como un derecho humano fundamental; hemos levantado nuestra voz contra la corrupción y el modelo económico neoliberal, como veedores hemos defendido los recursos públicos, el medio ambiente y el derecho a la vida, la equidad y de la justicia social. Esas luchas a menudo han sido permeadas por diversas formas de estigmatización y victimización, que han coincidido con los diferentes períodos políticos y de violencia que ha vivido el país.
Si bien, estas narrativas encuentran un consenso al interior del movimiento sindical y social, así como en las víctimas y sus familiares, y cuentan con el respaldo de organizaciones aliadas a nivel nacional e internacional; todavía es tarea pendiente el reconocimiento, en todas sus dimensiones y por parte de distintos actores sociales, acerca de los roles desempeñados por el sindicalismo; de la violencia antisindical que los ha entorpecido, menguado y/o exterminado; de la necesidad de reparar los daños ocasionados y generar condiciones para que no se repita.
Pese a múltiples barreras, las luchas históricas del sindicalismo por el reconocimiento de la violencia antisindical, la memoria y la reparación colectiva e integral se han mantenido durante décadas, dejando un legado invaluable de resistencia. En efecto, tales apuestas políticas encuentran una ventana de oportunidad con la implementación del Acuerdo Final firmado entre el Gobierno y las FARC-EP, a través del Sistema de Justicia Transicional, del cual hacen parte la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz.
Desde las organizaciones sindicales tomamos la determinación de participar e incidir en las instancias de la Justicia Transicional, que desde lo histórico y lo jurídico, tuvieran algún alcance de aportar en el esclarecimiento, el reconocimiento y la justicia en relación con la violencia antisindical, en el que se encuentran comprometidos agentes estatales, empresarios, militares, paramilitares, mafia e insurgencias.
Por eso, es tan relevante referirnos al legado de la Comisión, como al legado del sindicalismo en el marco de este proceso.